Resumen
Las imágenes son mariposas. Frágiles y delicadas, sólo pasan, no duran mucho y pertenecen al ámbito del accidente más que al de la sustancia. Son memento mori. Su cifra real y la ceguera, la visión invisible. Bien lo sabía Gesualdo Bufalino, narrador de fábulas negras, que un su obra escribía de luz cegadora y luto, de fotógrafos ciegos, y volvía a Argo ciego para hablar de los sueños de la memoria, o quizás del deseo.