Resumen
Lukács mismo fueun idealista o, puesto que lo fue hasta su ingreso en el Partido Comunista en 1919, sigió siéndolo después, a pesar de lo que escribiera o dijera, de una manera que podríamos llamar a su obra esotérica más que clandestina. Pero lo que un escritor lee nos interesa sobre todo por lo que escribe, y es difícil sustraerse a la impresión de que Lukács practicó el arte de escribir característico de las épocas de persecución cuando leemos su ‘Testamento político’ y los demás textos que componen esta antología.