Resumen
El vínculo entre sociedad e individuo se puede formular a través de la metáfora de una yunta. Por una parte, tendríamos el carro, que es la comunidad entendida como la relación necesaria que se da entre los hombres. Y por otro lado nos encontramos a los bueyes: la sociedad y el individuo. Si uno de ellos decide no progresar, cada uno parte en direcciones opuestas o simplemente sus velocidades son diferentes, en ese caso la comunidad se estancará. Volviéndose necesaria la cooperación perfecta. Así, ninguna de las partes ha de absorber a la otra. Siendo la sociedad un
constructo de los hombres, no debe ser propiedad de uno o de pocos. Ni, por su parte, ésta ha de alienar al individuo.