Resumen
En una entrevista, el escritor Isaac Bashevis Singer, heredero en más sentidos de los que podrían enumerarse en una reseña de la obra de Sholem Aleijem, declaraba que no tenía sentido calificarlo de escritor judío, porque no tendría más sentido hablar de la literatura judía que de la literatura católica o protestante y, por ello, prefería el calificativo de yidish, la lengua en la que se había expresado su pueblo y en la que compondría toda su obra.