Resumen
El artículo aborda la desaparición de los rituales en la sociedad moderna y su impacto en la construcción de la subjetividad. La modernidad, marcada por el escepticismo y la prevalencia del individualismo, ha llevado a la pérdida de lo simbólico y lo místico, con la consecuente homogeneización de la realidad. La Enfermería, como práctica emancipadora, puede desempeñar un papel crucial en revitalizar estos rituales, fomentando la conexión con la historicidad y el cuidado cotidiano. Se concluye enfatizando en la necesidad de democratizar el conocimiento, resignificar el autocuidado y devolver la soberanía del cuidado a las familias.

